Diego: Bueno, pienso en esto que llamamos sexilio, creo que no todas las migraciones de las personas sexodisidentes son sexilio. Siento que, por ejemplo, mi migración ha sido privilegiada y no necesariamenteme fui porque allá no pudiera vivir mi sexualidad. Pero, de todos modos, sí hay un deseo de salir, para vivir más tranquilo, para no tener miedo de que me maten. Un poco también ahí esta eso, una huida de la necropolítica. Me pasó, además, que hice un intercambio universitario, antes de venirme a vivir, y justo salí del closet en ese viaje. Una tía mía, como me vine para acá, se puso a espiarme


Nacho: Y te vio…


D: y vio que un chico, de gafas oscuras me escribía cosas, piropos, y que mis amigas me decían Diega, que le parecía una gran afrenta, un horror, y llamó a mi mamá a putearla, a decirle que yo era marica porque ella no nos había criado con dios, le dijo a todo el mundo. Le dijo a mi abuela que tenía que dejarme de hablar, pero ella no me dejó de hablar, entonces mi tíadejo de hablar con mi abuela.


N: Que fuerte, pero, ¿ella es bollera, o algo? ¿Por qué se lo tomó tan personal?


D: Ella nunca ha tenido pareja, vivió mucho tiempo con mis abuelos. Puede ser una lesbiana reprimida.


N: Mi tía también es así, hizo todo eso también. Se casó una vez, se divorció joven y luego ya nunca más. Siempre ha sido muy dominante… Vale, máso menos desde el sexilio, ¿no?


D: Sí. Tu, por ejemplo, ¿consideras que tu migración podría ser un sexilio?


N: Esta dentro de lo que podría ser, pudo haber sido. Pero más que nada fue descubrir mundo, vivir algo diferente. Tenía claro siempre que me quería ir de Venezuela, era muy conservador, no exactamente desde lo sexual, pero también desde la hiperfeminización. Siendo tía marimacho en Venezuela, a pesar de que estaba más con chicos, sobre todo. Digamos era hetero. Pero no terminaba de estar bien, no cumplía con el estereotipo de mujer, entonces eso a veces complicaba toda la cuestión. Pero no, obviamente sí esta dentro del porque me fui, pero no…


D: ¿Había lio con tu familia?


N: No, en este sentido no. También, ya te digo, era más bisexual, y estaba con tíos, sobre todo. Estaba con tíos como pareja, con chicas solo de estar del lio, de ser folliamigas.


D: ¿Entonces como que no había…?


N: …una responsabilidad de estar diciéndole a mi familia…Entonces de hecho yo salí con mi familia del armario ya estando aquí. Claro, más fácil para ellos. Igualmente fue muy guay, excepto por la tía esta. Ella es hermana de mi madre y se encargó de mí mucho tiempo cuando yo era peque. Bueno, mi madre murió cuando yo tenía catorce años.


D: ¿Fue, cómo madre, también un poco?


N: Madre en el sentido de responsabilidad económica —estoy viendo ahí que se mueve algo [la perra esta dando botes en la cama para que la veamos]. Que rico tú.


D: Volviendo…¿tu tía se sentía como una figura maternal?


N: Ella, para mí, se vio reflejada. Ella ha sido alguien que se ha cortado mucho, tiene el tema de la cultura del esfuerzo, igual muy puesta. Bueno, además eso, yo creo que es bollera, ¿sabes? Y ella nunca lo pudo decir, y es cómo, de qué vienes tu ahora a venirlo a decir, si yo me he tenido que callar durante todo esto, y cortar, porque más que callar, no creo que lo haya consumado, el estar con una tía…o quizás sí, yo que se. Pero, lo veo más como que ella lo entiende como una traición, de familia.


D: Mi tía también, me hablaba del apellido Posada…porque no te quedas con tu apellido Posada y me dejas en paz.


N: Más bien le estoy dando un valor, al apellido. Pero, ella fue la única, y al final lo aceptó, fui con mi novia a Venezuela y bien. Mi tía es chavista, para ella el país esta de puta madre, nunca estuvo de acuerdo con que me viniese aquí. Entonces claro, fui con mi novia española. Nos íbamos a encontrar en un casino porque ella es un poco ludópata. No nos vemos desde hace un montón de tiempo y vamos a quedar en un casino. Entonces fuimos y mi novia no llevaba su pasaporte con ella, y en el casino, para revisar la edad no la dejaban pasar si no era con el pasaporte. Solo con su DNI de aquí no. Entonces, ella cómo, que tal, que no puedo ir yendo por aquí con el pasaporte, si me roban... Mi tía inmediatamente le puso ya ahí en su…Qué tu que te crees, que por venir de España vas a decir como se puede o como no se puede entrar en un sitio. Mi ex entonces, que no, que yo no me creo nada por venir de España, es solo que es un poco peligroso para venir con mi pasaporte. Entonces mi tía, no, esto no es ningún peligroso, nadie te roba, que no se que. Pero, no, al final bien.



D: Para mí, como que los más uribistas, los más convencidos del régimen, también niegan cosas que son muy obvias, que pasan.


N: Claro, pero en verdad a ella nunca le pasa. Pero no se, tiene su energía, se sabe mover. Pero en verdad, pasa, también.


D: Mi tía era de derecha, hasta que el gobierno de Uribe subió la edad para pensionarse. Ella estaba a punto de pensionarse, la lleno de rencor y se volvió de izquierda.


N: ¿Y aumento la edad de jubilación?


D: Sí.


N: ¡Joder! Mi tía, y mi familia siempre han sido más de izquierda (la familia de mi madre). Mi padre es más de derecha, de hecho, de familia de políticos de derecha. Y cuando era peque, lo típico, quien gana, el de mi papá, el de mi mamá, yo era más de mi madre. El de mi mamá nunca ganaba, hasta que llegó Chávez, y ganó al fin el de ella, en el 98. Claro, por eso, la gente de mi familia, los chavistas más mayores, siguen siendo chavistas. Luego las nuevas generaciones y mis tíos más jóvenes son bastante oposición, y oposición de esta de la que prefiero no hablar. Pero han visto un cambio que, si que estuvo, en cuanto lo que fue antes a lo que es ahora. Pero pasa que tampoco tiene sentido lo que es ahora. No me jodas, ya fue. No pasó nada. Bueno, ¡pasaron cosas! Pero por eso, hay que relevar ya, que venga otra gente.



D: Me parece muy interesante para mi como colombiano escuchar esos relatos, porque lo que llega a Colombia es solo de oposición, muchos de los migrantes que conozco son de oposición. No he escuchado a alguien cercano al chavismo, me imaginó que porque la gente que se va, se va harta. 


N: Yo era muy de oposición antes, nunca con la oposición, que es terrible.


D: Es que claro, el problema también es esa oposición.


N: Por eso, es terrible.


D: ¿Viste las fotos de Guaidó con los rastrojos, con paramilitares colombianos?[1]


N: Si he escuchado algo. Obviamente que hay una conexión.


D: Es prácticamente la misma elite colombiana que es ultra-ultra-derecha. El referente político del Partido Conservador ha sido durante mucho tiempo el franquismo.


N: Claro, sí. Y el franquismo a su vez viene de todo el tema de Primo de Rivera, de toda la Colonia, de seguir con España. La Colonia, ahí presente. Las mismas familias desde que empezaron a colonizar, lo más casposo del mundo de atrás, ahí siguen. No hay esa cosa nueva, ¿no? Bueno en Chile hay ahora un poco.



D: En Colombia un poco, el paro del 2019, no tuvo tanta fuerza como en Chile, pero fue bien interesante.


N: Un poco lo que toca. Aquí en Barcelona estamos no se en que fase, de activismo migra y racializado.


D: Yo no se si es porque estoy recién llegado, pero lo veo con mucho entusiasmo, lo veo muy interesante. Me llena de ilusión. Bueno, en todas partes, hasta en Estados Unidos. Que sea antirracista y tan claramente anti colonial, con los gestos de tumbar los Colones y otros colonos. Aunque ellos son colonizadores [EEUU], como Estado, también el colonialismo esta ahí funcionando adentro, con lxs descendientes de lxs esclavxs y de lxs indigenas.


N: Por eso un poco, el colocarse. Yo personalmente estoy mirándome esa parte, de como me coloco en todo esto, siendo alguien mezclado. Porque mi abuelo es mulato y mi madre, su madre era española, que hasta su generación se seguían casando solo entre ellos. De hecho, a mi abuela la echan de la familia por irse con el padre de mi madre. Y ahí hay un corte, yo no tengo relación con esa familia española, porque a mi abuela la ponen fuera, ¿no? Son de los Andes y de ahí se van a Maracaibo.


D: Claramente, todavía el colonialismo funcionando ahí. Además, el primer colonialismo, ¿o fueron migraciones más recientes?


N: Todavía, tal cual. Llegaron en 1600, y siguen estando, el pueblo es suyo. Ahora con el chavismo también ha cambiado eso. Pero, todo es suyo. Mi madre, sus hijos, no disfrutaron de todos estos privilegios porque a mi abuela la echaron, vivían en la extrema pobreza. Mi abuela tuvo hijos con tres hombres diferentes, el padre de mi madre se desapareció y luego tuvo otro que era Wayú, con el que tuvo siete hijos más y murió después. Mi abuelo es el mulato, con el que tuvo a mi madre y a otra, mi tía de la que te cuento. Mi tío mayor es el del español, porque a mi abuela la hicieron casar y luego ella se fue de ahí. Y mis demás tíos, que son siete más. Pero, obviamente no disfrutaron de esta riqueza que podían tener las haciendas de los Uzcategui, de hecho, yo tengo el apellido de mi abuela. Mi abuela les puso a todos solo su apellido.


D: ¿Un apellido vasco?


N: Es vasco, en Colombia también hay muchos, pero el de mi familia son de los que llegaron, están directamente relacionados. Me encontré una vez con un tío que me contacto por internet, que es criminólogo, de Venezuela, y que se apellidaba Uzcategui. Estaba investigando. Me preguntó cual era mi ascendencia, le dije que venían de la Azulita, Merida. Me dijo, “estos justo son de los que llegaron, fueron los fundadores”. La azulita es un pueblo de máximo mil habitantes, eran cafeteros y tabacaleros. Entonces me dio los registros de estas personas, me dijo, “mírate en el Archivo de Indias”. Esto era buscando sobre el apellido, también. Al final el tío había encontrado toda la genealogía solo por nombres del apellido Uzcategui, y claro, todos se casaban entre ellos, más de una generación eran Uzcategui Uzcategui, los primos se casaban, y tenían las mismas combinaciones de apellidos.


D: Una cuestión de pureza racial. Mi abuelo era muy conservador y racista, llegaba incluso a hablar con orgullo de la blanquitud de su linaje. Pero obviaba que, por ejemplo, mi hermano tiene una piel más oscura que yo y que mis papás. Blanco, blanco, como el orgullo de mi abuelo, se que no soy.


N: Claro. Pero igualmente hay un patrimonio cultural que se va heredando, que a eso es lo que voy, si es verdad que yo fui pobre de peque, mi padre era el que tenia plata, mi madre era pobre —eso cuando se casaron, cuando yo llegue no había nada—, digamos que si estoy aquí y no esta otra persona de Venezuela, la mayoría de venezolanos que conoces aquí son blancos, o más claritos, o mestizos. Pocos casos de personas venezolanas negras o wayus viviendo aquí, ponte tú. Ahí esta el tema. Yo sigo beneficiándome de eso, creo que es un punto importante dentro de nuestras colectivas o comunidades migras, o de la lucha antirracista. Esto lo digo porque estoy en el proceso de ubicarme, me descoloca porque nunca estoy en la posición de privilegio, pero si que lo hay, es un trabajo aceptarte eso, porque la cosa de la fragilidad blanca te sale.


D: Se que mi blanquitud aquí es un privilegio tremendo, mi novio tiene la piel más oscura y la relación con la policía, con los vigilantes de las tiendas es otra.


N: Todo cambia, y solo por eso. Yo lo he notado mucho desde cuando pase de ser socializadx como mujer a cuando pase a ser un hombre latino, las paradas de la policía son frecuentes, antes no me pasaba nunca.


D: ¿Cómo mujer te identificaba como latina?


N: Como mujer no me identificaban como latina casi nunca porque era butch, porque era masculina, porque era una marimacho, y entonces no se imaginan una latina siendo marimacho. También es eso, como ah, pero no pareces de Venezuela. De verdad yo no lo entendía. Y ahora, al principio, tampoco entendía porque de repente me para la policía tantas veces, porque ahora en los super me siguen más, ¿sabes? Y el cambio fue, vamos, en cuanto ya un poco cambié tuve un problema en el Mercadona, me acusaron de robar, no estaba robando, el segurata me acuso de pegarle un golpe, cuando no lo hice, tengo antecedentes por esto. Porque presentó un parte médico como si le hubiera pegado. Todo terrible. Y eso, por acusarme de robar, ni siquiera lo estaba haciendo. Que, si lo hago, asumo que me van a parar y toda la cosa.


D: Me parece tremendo, ellos tienen una imagen de latina, que es una chica…


N: Hiperfeminizada.


D: Tienen una idea muy particular. O de pronto, la señora latina, muy andina…Pero claro…


N: Marimacho, pelo corto, no se maquilla, ropas anchas, o sea no. Y eso en los aeropuertos también. No me hablaban ni siquiera en castellano. Igual pensaban que yo era de Francia, o algo mezclado de otro sitio. En cambio, ya me paran desde one, ¿sabes?


D: Ahí el género implica muchas cosas, porque a lo mejor, la hipersexualizacion de las mujeres también les permite pasar por ciertos…claro, otras violencias distintas, pero en algunas cosas hasta puede resultar útil.


N: Depende, es que al final es como ellos…en que te meten. O sea, en que tipo de mujer, porque la cuestión es que como butch no eres ni mujer, parece. No se meten en ese tema. Pero ya cuando, la hipersexualización, ya puede ser que te metan en el de pija, que puedes pasar bien, o puede ser que te metan en el de puta, que ya no va muy bien, o que quieran abusar de ti o que te tiren un comentario sexista asqueroso. Son otras violencias que seguro se reciben.


Igual cuando me casé, fue en Santa Coloma, aquí al lado, porque mi novia de ese momento era de allí, Noelia, y cuando fuimos, claro, nosotros nos preparamos todo. Nos conocíamos bien, pero por si a caso, las preguntas esas que se hacen, y nada, cuando llegamos, súper bien, no nos hicieron las preguntas, a la chica que llevábamos de testigo, que era amiga de mi ex, le pregunta la del registro, “vale, ¿hace cuanto que se conocen?”. Entonces, ella, “hace un año, más o menos”. “Vale, voy a poner que dos para que no tengáis problema”. Claro, el día de la boda, que se firmaba y tal, la jueza tomándose fotos con nosotras, éramos igual las primeras que nos casábamos en Santa Coloma. Estas cosas que siempre quieren quedar bien…


D: Pero, ¿era la primera pareja lesbiana o la primera pareja interracial?


N: Ah no, bolleras, eso ni se tomaba en cuenta (los dos nos reímos). Interracial no creo, porque Santa Coloma es bastante migra, pero igual interracial y homo al mismo tiempo sí. Luego la madre de mi ex tenía como una asociación de mujeres y tuvo que hablar con la teniente alcalde del ayuntamiento. Entonces fue y tenían la foto ahí nuestra. Entonces, “ahí, esas es mi hija con su novia”. Ya no estábamos ni juntas. Igual Santa Coloma guay, a mi me gusta mucho. Es donde usualmente vivía la gente migra que venia de Andalucía. Es como un una pequeña Andalucía, como puede ser también el otro lado de Barcelona que L’Hospitalet.


D: ¿Cuándo tu llegaste, como fue? ¿Cómo decidiste venir?


N: Vine primero de vacaciones y había una amiga de Maracaibo viviendo aquí con la que siempre habíamos, junto con mi amigo Alex, dicho que nos queríamos ir de Venezuela. Siempre teníamos esa fantasía. Fantaseábamos juntos, “cómo nos vamos…cuando nos vayamos”, así como…Éramos más peques también. Éramos colegas de la uni. Ella se vino primero, en plan, sin papeles, a buscarse la vida. Vino unos años antes, antes de la crisis. Vino igual en 2005 o así. Yo vine en 2007. Vinimos de vacaciones y luego…Porque en Venezuela estaba el problema de sacarse el pasaporte nuevo y la verdad es que era muy difícil. Yo no tenia pasaporte todavía entonces tuve que esperar mucho tiempo para sacármelo, y en entre medios, me salió un negocio de informático. Estaba vendiendo ordenadores. Lo hacia con mi amigo Alex que también era informático. Fue bastante bien, entonces decidimos seguir un rato para ahorrar plata y venirnos. La verdad es que iba bastante bien el negocio, lo podíamos hacer desde casa y decidimos venirnos y hacerlo desde aquí. Y como no necesitábamos papeles para trabajar, porque ya teníamos ese trabajo, simplemente salir cada tres meses para que la visa no expirase. A nivel económico cuando me vine estaba bien personalmente, por este negocio que tenía, pero como dependía de Venezuela, también se destruyó en un momento y no pudo conseguir por la situación del país, de poder importar y exportar, estaba más complicado. Y sacar el dinero del país también. Cuando llegué, como no tenía que trabajar, o trabajaba en esto, que en verdad no me ocupaba mucho, lo podía hacer cuando yo quisiera, me pasaba la vida bastante cómoda descubriendo la ciudad. Lo que decíamos antes, puedo caminar sin que me roben, guao.


D: a mi también me encanta caminar por la ciudad, por el centro. Yo viví la primera parte de mi infancia en el centro de Bogotá y me gusta mucho, pero es muy peligroso.


N: En Venezuela también, en Maracaibo al centro no se puede ir normalmente, es algo, hay que ser bastante bueno en saber moverse porque es muy peligroso. Y aquí en cambio, esta todo esto centralizado, se hace mucha vida en la calle. Tenía el perro también, Choclo, claro, siempre había tenido perro en Venezuela. Entonces en cuanto llegué adopté a Choclo, con Alex también, los dos lo cuidábamos y claro, con él era muy guay pasearse por ahí. La verdad es que nos pasábamos todo el tiempo en la calle. Y no me relacionaba tanto con gente, más que con esta persona que estaba conociendo, que al final fue mi novia con la que me casé. Nos casamos por eso, era la única persona que conocía aquí, que nos podíamos casar. Porque luego, en el pipican, con el perro, conocí a otro muy buen amigo, Juan.


D: El perro para relacionarse con la gente es…yo no hablaría con nadie en este barrio si no fuera por la perra.


N: Para llegar a un sitio es muy bueno.  Al principio, como estas abierto a conocer, va muy bien.


D: La violencia contra las personas sexodisidentes en nuestros territorios es muy fuerte. Sobre todo, contra las mujeres trans, aunque justamente hace poco asesinaron a un líder trans en Colombia[2].  Veo que aquí mis amigos maricas que quedan con otros chicos tienen una seguridad que no tendrían allá, que puede llegar a ser muy peligroso. Aunque igual yo lo hice muchas veces.


N: Igual yo aquí a veces, tampoco quedo todo el rato, como que me la pienso mucho antes de quedar. Pero sí que quedo a veces.


D: ¿Te da miedo?


N: Más que miedo, pereza. A veces miedo también, puede ser, pero muy raramente que diga yo, “esto se ve muy mal”. Pero, es como el tema trans, el tema chico trans, el tema chico trans marica. A mucha gente no le entra, no saben bien, entonces tienes que explicar y me da palo. Paso. Pero, dentro de todo, últimamente más. La gente viene más sabida. A veces piensan que eres chica trans…


D: me imagino que hay hombres, que buscan chicas trans, en Grindr y eso. Muchos heterosexuales.


N: también hay muchos que buscan trans un poco para matar la curiosidad de ver si son gays o no, como hay un coño por en medio o unas tetas por en medio, como que reafirman que no es totalmente marica la situación.


D: Me parece interesante lo que decías, de ser hombre trans marica, porque lo primero que se asume —bueno yo desde una visión marica, tal vez un heterosexual asumirá otra cosa—, es que eras lesbiana antes, es cliché del paso que uno se imagina.


N: Yo lesbiana en sí no he sido, que he sido parte de lo que se podría decir cultura lesbiana, sí. O sea, por butch. De hecho, para mi yo soy butch. Una butch que se le fue de las manos lo butch, con hormonas ya, para ser masculino. Pero bueno, esa es mi visión de mí. Yo se que para lo que represento, ya no es eso, ya no soy algo comparable con mujer. Lo que sociabilizo, ¿no? Tampoco soy hombre, espero. Espero que siempre se me note, aunque sea que soy marica, aunque no lo sea tampoco.


D: Eso me parece bien interesante, lo que cuestiona de la identidad. Es bien cuestionador ese transito que no termina de identificarse con el par binario, ¿no? A mí me pasa que siento una feminidad, pero siento que es otro tipo de feminidad, no la más hegemónica. Hay también feminidades duras, en lo popular…es algo que también me he hecho con mi abuela, una imagen de mujer súper fuerte, y a lo mejor ese es mi modelo de feminidad y no, pues, el que van a leer primero como femenino.


N: Exacto, a mi me pasaba. Mi modelo de feminidad, pero también al mismo tiempo una feminidad masculina, es la de mi madre y la de mi abuela, la madre de mi madre. Una feminidad fuerte, de patriarca, de sabiduría al mismo tiempo.


D: Creo que eso marca, haber tenido una abuela fuerte. En la familia de mi mamá creo que eso cambió toda la historia familiar. Por ejemplo, todos los hombres saben cosas de la casa, todos saben cocinar muy bien, que eso es raro, de todos modos. Todas las mujeres estudiaron una carrera y la terminaron, los hombres, algunos estudiaron, pero ninguno la terminó. Les insistió mucho, ustedes no tienen que depender de un hombre. Ella se organizo con las mujeres de su cuadra para ponerse el dispositivo intrauterino a escondidas de sus maridos, alquilaron un bus para ir.


N: ¿En que época fue? ¿La conociste?


D: Sesentas, setentas…No, mi abuela se murió muy joven, no la conocí.


N: Yo tampoco conocí a mi abuela. Eso también es interesante, lo que han influido y sin haber estado. Sin haberlas conocido, imagínate ese peso.


D: La Fidelina que yo conozco es de las historias de mis tías y de mi mamá, también es una imagen idealizada.


N: Por supuesto, lo que pasa es que yo, por ejemplo, con el tiempo me he hecho el autoanálisis de ver esa historia que me han contado, que me he creído. Y pensar, sí, lo dura que era mi abuela y lo colona que también era, ¿sabes?, en el sentido de sus castigos, con sus hijos igual. Como que era una buena madre, pero al mismo tiempo de una manera muy bruta.


D: Mi abuela también era violenta, pero también con mi abuelo. Cuando mi abuelo le pegaba ella le respondía.


N: ¡Joder! Bien por eso. Lo que sí, es que saco conclusiones, así, a groso modo de lo que me pueden decir, de lo que me puedo imaginar. Por eso también me gusta buscar mucho…cuando descubrí que la familia esta venía desde el principio, me hizo buscar más porque sí que debía haber más documentación.


D: Me gustaría saber más de la historia de mi familia, porque no se nada.


N: ¿Qué apellidos eran? ¿Cómo son tus familias?


D: Posada Gómez. La de mi mamá, una familia de origen muy popular y la otra con pretensiones burguesas, no se si realmente fuera su origen, pero lo que vivió mi papá, lo que me cuenta, es que fueron bastante pobres. Para mí que era una identificación, muy colonial, con algo que no eran.


N: Mi amigo colombiano, el de la Gran Colombia (se rie), también dice eso de su familia. Pero pasa mucho, en Latinoamérica, lo de blanquear la familia, lo de mejorar la raza y esas cosas horribles. En mi familia lo que pasó, es que claro, con mi abuela al echarla de la familia, sus nueve hijos no querían saber nada de esa familia. Mi abuela mandaba a los mayores a las haciendas de la familia para que les dieran un plato de comer, porque no tenían para comer, entonces mi madre fue allí muchas veces a pasar temporadas, a cambio de recoger la patata o lo que fuera, a cambiode trabajar en la hacienda. Su propia familia, ¿eh? Era como la pobre, la mulata, ¿sabes? La hija de la que se fue, porque mi abuelo también se casó con otra mujer, pues la madre de mi abuela murió cuando ella nació. Cuando murió mi abuela, mi familia no quiso saber más de esa familia, ni ellos tampoco.







D: Te quería preguntar, por cómo te has sentido en tu experiencia de migración, con la comunidad sexodisidente local.


N: La verdad es que han sido muchos años, para poder saberlo. Porque al principio es un poco complicado entrar, igual ahora es un poco más fácil, porque la gente esta más abierta a lo migra. Personalmente, más fácil, porque llevo muchos años. Al principio fue bastante difícil. Bueno, para mi porque al principio estuve cuatro años con esta persona que conocí cuando llegué. Estuve, con ella y sus amigos, buena onda, y un cariño grande, al final eso nos unía, pero las inquietudes no iban por el mismo lado. Ellos son de aquí de Santa Coloma. Cuando me separé, fue la fiesta también, la noche. Conocí un amigo de Chile, que la verdad, fue como mi partner in crime, que es un amigo trans también. En ese momento ninguno de los dos habíamos hecho transición.


D: ¿Hicieron la transición juntos?


N: No, él la hizo primero y yo unos años después. Fueron muy diferentes las experiencias.


D: Cada transición es muy singular, ¿no? Es interesante de estas teorías [que se sitúan desde la experiencia trans y sexodisidente], que no intentan ser universales.


N: Pero siempre esta la medicina queriéndolo hacer universal. Con él, fue sobre todo…él es de aquí, su madre es de aquí, su padre se casó con un chileno y se fue a vivir a Chile a los nueve años. Fue, de repente, encontrarme con alguien que tenía las mismas referencias que yo, nos gustaba la misma música por haber crecido allí. A nivel musical, sobre todo, porque me gusta mucho la música.





N: pero, igualmente, respondiendo también a tu pregunta de cómo fue el recibimiento dentro de los espacios de disidencia aquí en Barcelona, cuando llegue, con este amigo la verdad es que fue bueno porque teníamos el mismo background. Como él es muy extrovertido, entonces presentarnos dentro de otros grupos me resulto más fácil. Pero aún así, siempre éramos los raros, ¿no? los que hablábamos raro, a los que nos gustaba…teníamos incluso mejor gusto que ellos. Ellos solamente se quedaban en la cultura española. Nosotros teníamos muchas referencias, no solamente de la música te hablo. Pero también te digo que éramos jóvenes, veintitrés años, o así, entonces hay ciertas cosas que tomas en cuenta, la música, yo que se, si estudia artes o si estudia…tonterías. Pero, claro, al final la verdad es que por gente que empecé a conocer, fue que pude tener, un cierto lugar, digamos, porque parece una élite…De repente que la gente te siga saludando, o que se acuerde de tu nombre. Había gente que luego me decía que nunca te había visto, y yo ya estaba por ahí hace como cuatro años.


D: Me pasa mucho con grupos de gente, que se vuelve a presentar, ¿será que es algo de acá?


N: Sí, no lo se, hay un punto de que no te importa conocer a alguien, como le pasa a la gente. Y, bueno, también puede venir porque en la ciudad pasa todo tan rápido. Pasa mucha gente, muchas cosas todo el rato. Yo mismo a veces…la verdad es que no quiero dejar se estar abierto a conocer gente nueva, por supuesto, pero, sí que escojo más a quien dedico el tiempo, ya tengo mis amigos también. Pero más allá de eso, me interesa que haya un intercambio.



D: Siento que es difícil entrar a los grupos, incluso a los migrantes que llevan mucho acá. Con la Red [de Cuidados Antirracistas[3]] me pasa un poco eso, siento mucha afinidad, pero es difícil entender las dinámicas.


N: Esto también como fue producto de una situación de emergencia donde hay gente de diferentes colectivas, en esta situación tan compleja…


D: Ya empezamos hablar de la pandemia (me río).


N: Ya, es que esta ahí.


D: Bueno, es que también hay muchos temores como migrantes, sobre la familia, amigxs…


N: Sí, la lejanía…es muy complicado.







D: En relación a nuestra cultura, encontrar parches, trans o maricas, politizados, más radicales, es difícil.


N: Sí, por eso. Por eso te digo que no conozco mucha gente venezolana, aunque sí he conocido alguna, y es una conexión increíble, como, no sabía que existía esto, alguien que pudiera…como cuando me paso con mi amigo de Chile.







N: Esos espacios familiares, de comida, de cuidados se echan de menos aquí.

Nosotros con los jueves latinos intentábamos imitar algo así, era lindo, pero cuesta quedar aquí.


D: Creo que lo que quería yo con esto de las onces es un poquito eso. No se si llegue a serlo. Generar un espacio de eso. Creo cuando se comparte comida la conversación es otra cosa.


N: Sí, es otra relación ahí.


D: De quedarse horas hablando, de historias familiares, un poco lo que hemos hecho.


N: La sobre mesa, ¿no? Es que al final, cuando estamos lejos, como que, tratamos de…a mi me pasa, trato de recuperar todos los recuerdos que tengo, de niño, de mayor que estuve allí, que tampoco era tan mayor, que también uno idealiza. Tengo diez años sin ir allí, he pasado por la etapa de no querer volver, ahora que quiero volver, pero como esta la situación…Luego pienso bien y digo, para que quiero volver, volver de vacaciones sí, unos días, pero me voy a querer ir pronto, seguramente. A vece digo quiero ir y pasarme allí unos meses, pero el tema familiar, se que tendría que lidiar con cosas que, que pereza. Pero que en un punto también tendría que hacerlo, porque no hay tiempo, la gente esta mayor. Temas de saber. Que no se pueden dar en una videollamada o en un mensaje, sino en una sobremesa, y en muchas. Con tantos años aquí se pierde…


Entonces, ahí, he entendido, dijimos que hoy mejor comida, pero la once es merienda, ¿no?




D: Las onces son una merienda más de la tarde, como hacía las cinco, seis.

N: Como en Chile.


N: Yo no sabía que en Colombia también se le llamaba once.


D: Pero en Colombia es onces, como en plural.


N: Entonces, “vamos a tomar las onces”.






[1]https://www.lavanguardia.com/internacional/20190917/47327284932/rastrojos-guaido.htmlc

[2]https://agenciapresentes.org/2020/07/06/asesinaron-al-activista-trans-colombiano-mateo-lopez-mejia/

https://www.semana.com/nacion/articulo/ultimas-noticias-lider-lgbti-fue-asesinado-en-el-quindio/684397

[3]Nota que explique un poco la red.